INSPIRACIÓN
El proceso creativo lo percibo mirando los 2 lados de la vida, por una parte la naturaleza y todo lo que ha llegado a este mundo sin la intervención humana, y por otro lado el mundo de lo abstracto, lo intangible, fuente infinita de ideas.
A través de la naturaleza se adquieren nociones de construcción y funcionalidad, por ejemplo al contemplar un árbol, donde el diseño natural de su estructura permite afrontar las más grandes tempestades, y donde sus hojas se posicionan en función del sol, fuente de energía y vida.
A través de lo abstracto encontramos lo que nos permite cuestionar, analizar y modificar. Es aquí donde todo es posible, donde los límites se transforman en apoyos, en escalones para seguir subiendo a lo más alto de la mente.
Es por esto que la inspiración se alimenta de diferentes ingredientes dependiendo del contexto, tanto personal como social, pues si se considera tan solo las condiciones actuales de la persona se deja de lado el entorno, lo que nos permite vivir y mejorar, y viceversa, si se considera sólo lo que nos rodea se deja de lado las necesidades intrínsecas del ser mismo, la comunicación, la interacción entre animales y en fin el sentirse aceptado tal y como uno es.